Gestión energética eficaz en el sector del petróleo y gas
La gestión energética se está convirtiendo cada vez más en un elemento estratégico em la agenda de los operadores de la industria del petróleo y gas. Después de décadas de energía relativamente barata y abundante, el sector ahora enfrenta disrupciones debido a uma legislación ambiental estricta y objetivos de cero emisiones netas, así como a la urgencia de reducir los costos operativos. A medida que el clima de inversión global continúa fomentando menores emisiones, las empresas están centrando su atención en reducir los costos de energía y optimizar su consumo energético para lograr menores emisiones.
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O gerenciamento de energia está se tornando cada vez mais um elemento estratégico na agenda dos operadores do setor de petróleo e gás. Depois de décadas de energia relativamente barata e abundante, o setor agora está enfrentando a interrupção causada por uma legislação ambiental rigorosa e por metas de emissões líquidas zero, além da urgência em reduzir os custos operacionais. Como o clima de investimento global continua a incentivar emissões mais baixas, as empresas estão direcionando seu foco para a redução dos custos de energia e a otimização do consumo de energia para reduzir as emissões.
Acelerar la eficiencia energética es fundamental, pero si bien la industria no es ajena a los avances y mejoras técnicas, la gestión energética ha quedado relegada desde hace mucho tiempo a un segundo plano. Recientemente, se ha vuelto imperativo que la industria del petróleo y gas tome decisiones operativas y transformaciones culturales para lograr operaciones sostenibles y competitivas. Entonces, ¿cuáles son las consideraciones para impulsar la excelencia operativa a través de la gestión energética?
Consideraciones de excelencia operativa para la gestión energética
- Identificar temas prioritarios de mejora y definir una hoja de ruta clara para la transición energética
- Canalizar esfuerzos para abordar las brechas energéticas e impulsar la eficiencia energética
- Invertir en el desarrollo de capacidades para mejorar la concientización sobre la energía y las habilidades de gestión en la organización
Definición de la hoja de ruta y temas prioritarios de mejora
Reconocer que una gestión energética eficaz no puede lograrse como un programa aislado es el primer paso del proceso. Requiere una evaluación integral de toda la operación, así como la aceptación de los empleados dentro de la organización. Un buen punto de partida es comprender la base de referencia y establecer objetivos razonables para trabajar hacia ellos. También es importante reconocer que hacer que las prácticas actuales sean más eficientes es el enfoque más lógico y económico.
Elevar la energía como un tema central del negocio, informar sobre ella, comprender el consumo y realizar acciones diarias, significa que está integrada en la rutina de gestión de la planta.
Es importante equilibrar las innovaciones tecnológicas que son esenciales para el progreso del sector con la eficiencia de los activos existentes y más antiguos. La gestión eficaz de la energía no debe considerarse un objetivo, sino un imperativo en las operaciones de petróleo y gas. No necesita ser complicado; es más bien un caso de implementar plataformas y mecanismos intuitivos integrados en los sistemas existentes de gestión de las plantas. Elevar la energía como un tema central del negocio, informar sobre ella, comprender el consumo y realizar acciones diarias, significa que está integrada en la rutina de gestión de la planta. Identificar los KPIs adecuados para medir y administrar el consumo y la eficiencia energética es un aspecto fundamental.
Canalizar los esfuerzos hacia la eficiencia energética y brechas energéticas a través de modelos de financiación adecuados
Un obstáculo que a menudo puede surgir con los proyectos energéticos es la financiación. Los proyectos de energía compiten por el presupuesto junto con otros proyectos que pueden tener un retorno de la inversión más atractivo. Sin embargo, la implementación de sistemas efectivos de gestión energética puede mitigar los grandes requisitos de inversión para la transición energética y la descarbonización, disminuyendo drásticamente el presupuesto total de gastos de capital en estos proyectos.
Al trabajar con los departamentos responsables de la gestión de gastos de capital, se pueden crear procesos específicos que permitan que los proyectos de energía pasen por un proceso acelerado. Esto podría ser tan simple como etiquetar un “proyecto de eficiencia energética” para que luego pueda pasar de la puerta uno a la puerta tres, acortando el proceso de selección de etapas. Otro incentivo podría ser dedicar una proporción de fondos, equivalente a un porcentaje predeterminado de los costos de la inversión, a proyectos de reducción de energía para que las organizaciones tengan un fondo de financiamiento seguro. Esto garantiza que las personas no pierdan la motivación porque los proyectos quedan estancados, sean responsabilizadas mediante KPIs, permanezcan motivadas por bonificaciones y vean sus ideas progresar a través del proceso de selección, mientras mantienen el compromiso con las operaciones diarias esenciales.
Mejorar la gestión y la concientización energética en las organizaciones
No es raro que las organizaciones carezcan de un equipo dedicado a la energía o incluso de un único responsable energético, para impulsar esfuerzos concertados. Sin una o más personas dedicadas, resulta muy difícil configurar la infraestructura de datos, los sistemas de monitoreo y los flujos de trabajo necesarios para manejar la información y las iniciativas. Por lo tanto, la mejora de la gestión energética debería comenzar con establecer un rol de liderazgo en materia de energía.
La función de un líder técnico en energía implica datos, flujos de trabajo, debates y concientización. La prioridad de la función debe ser entender qué cantidad de qué tipo de energía se utiliza y dónde, preferiblemente no solo energías primarias, como gas natural importado o energía de la red, sino también energías secundarias, como vapor, aceite caliente o gas combustible. El responsable energético desempeña un importante papel de enlace al interactuar con las operaciones, mantenimiento, control de procesos y planificación de la producción, para superar cualquier obstáculo que impida un buen rendimiento energético.
En una operación de refinería de petróleo y gas, la instalación de un cable de energía produjo una importante mejora en la línea de producción, enfocada en oportunidades de bajo costo o sin costo, que redujo el gasto de energía en 5% en los 12 meses posteriores a la plena implementación del rol.
Establecer roles dedicados a la gestión energética puede producir resultados significativos. Por ejemplo, en un cliente del sector de petróleo y gas, la instalación de un cable de energía generó una importante mejora en la línea de producción, enfocada en oportunidades de bajo costo o sin costo, que redujo el gasto de energía en 5 % en los 12 meses posteriores a la plena implementación del rol. Esto enfatiza la importancia de la mejora continua, la comunicación y el pensamiento basado en sistemas como pilares de una buena gestión energética y como actividades esenciales de un líder energético.
Otro facilitador de una gestión energética eficaz es una cultura de mejora continua (MC). La gestión energética debe estar integrada en dicha cultura, trabajando con equipos de excelencia operativa para garantizar que exista una mentalidad de mejora continua y que haya un mecanismo para generar y rastrear nuevas ideas. Una cultura de MC permitirá que la eficiencia y la innovación se incorporen a la gestión operativa.
Garantizar que las empresas sean conscientes del medioambiente es una palanca más para una gestión energética exitosa. Las fuerzas laborales más jóvenes tienen prioridades diferentes y aquellos que se incorporan al sector del petróleo y gas son conscientes de su huella ambiental. Para lograr un cambio cultural, la visión de la eficiencia energética debe comunicarse a toda la organización: identificando roles críticos, informando procesos y estableciendo objetivos específicos y mensurables para los individuos y la empresa. Al estimular valores personales, los empleados se sienten capacitados para hacer que su trabajo sea más sostenible.
Tres consejos para progresar en la gestión energética:
1.
La Gestión Energética debe estar en la hoja de ruta para futuras mejoras operativas. Las organizaciones deben considerarlo como un objetivo estratégico para los próximos 5 a 10 años. La aceptación del liderazgo es crucial.
2.
Comenzar por tomar medidas pragmáticas y razonables que estabilicen las operaciones y muestren resultados inmediatos. Analizar las pérdidas y oportunidades que requieren inversiones operativas bajas o nulas.
3.
Establecer los sistemas, las competencias y el marco de gestión del desempeño adecuados para crear gobernanza, propiedad y responsabilidad hacia el desempeño energético dentro de la organización.
Conclusión
Las crecientes presiones sociales, económicas y legislativas sobre la industria del petróleo y el gas significan que las empresas tienen que cambiar sus prácticas y prioridades en un entorno transparente y responsable en constante evolución. En última instancia, es importante que la intensidad energética esté en su nivel más bajo para seguir siendo competitivos y permanecer en el negocio. Para optimizar la eficiencia energética, las empresas deben establecer objetivos claros y priorizar sus caminos a seguir, comenzar con intervenciones contundentes que cierren las brechas energéticas y mejoren el uso de la energía y construir sistemas y capacidades de gestión interna que permitan mejoras energéticas sostenibles.